Pedro Baumlis

Antes de continuar con los «SÍ» prometidos, me gustaría terminar el cuento que comencé en mi anterior  post de este tema, y que me hizo aterrizar,  en aquel primer viaje de trabajo a Chicago, a una realidad, diría, competitiva. 

Póngale ojo a este relato.

Allá por lo 70, mi ex jefe y CEO de Grant Advertising, Inc.,  Will C. Grant y yo, entrábamos al ascensor que nos llevaría al piso 20 de sus oficinas centrales en Chicago, ubicadas en la famosa Michigan Ave. Este caballero, astuto e inteligente, se le  ocurrió (después supe que se entretenía hacerlo con otros novatos)  plantearme, sorpresivamente y a quemarropa, un «ejercicio»: sintetizar, en no más de diez palabras, qué era para mi el Márketing.  Para colmo,  me pidió hacerlo antes que las puertas de ese ascensor se abrieran en aquel piso, su cuartel central!  (En ese momento maldije  al  moderno y veloz ascensor.)

¡Sorprendido y nervioso!,  mi revoltosa y juvenil imaginación de publicitario picsiano joven y creativo, me hizo pensar lo peor: «Pedrito, hasta aquí llegaste.»  Hubiera preferido, como lo hacen en la televisión: «Vamos a comerciales.»  Lo haré corto, porque los «SÍ» y «NO» son más importantes, y útiles, para usted.

Vuelvo al ejercicio Grant. Repasé ágilmente  lo que alguna vez estudié,  leí y practiqué márketing. Lo peor de este juego, que ya no se trataba de extenderme acerca del proceso marketero, era  sintetizarlo en no más de diez palabras en un ascensor, en Chicago y frente a un jefazo. Hoy se lo puedo decir , sin  vergüenza, … ¡FUE  ANGUSTIANTE!

Yo sabía muy bien y conocía a fondo el proceso de márketing. Pero cada vez que el ascensor se detenía en un piso,  rogaba que algo fallara y que las puertas no se abrieran. Cada segundo que pasaba trataba de aprovecharlo hilvanando aquellas ariscas diez palabras que darían vida a un concepto. ¡Uf! ¡Síntesis! ¡Síntesis! ¿Dónde te metiste?

Súbitamente,  escuché sobresaltado, la grave voz americana del señor Grant: «Pedrou, here we are.»   Creo que no habían pasado más cinco minutos. Lo miré, y en mi inglés latino, pude susurrar: «I know what marketing is… but define it right now and in …». El señor Grant, sonriente, me interrumpe y salimos ambos del ascensor. Posa  una de sus manos en uno de mis hombros (no recuerdo cuál) y mirándome de soslayo, me aconsejó paternalmente, sonriente y en buena onda, «You have to read Theo Levitt.» ( Esta recomendación sería para mi difícil de olvidar. Estamos en 2012. Ocurrió en 1969.)

 Theodore Lewitt (1925-2006), Harvard Business School, sostuvo que…

«MÁRKETING ES  LA  CIENCIA  DE  HACER  UN  NUEVO CLIENTE».

Simple. Claro. Fácil. Y aquí comienza otra historia:  1) Conocer a Levitt (1925-2006) y leerlo;  2) Asisitir a sus conferencias en Buenos Aires, también en Chicago y otra en Santiago. Para mi, es el autor con el estilo más sencillo, amable y humano  para temas de márketing.  El señor Grant esperó que yo balbuceara esta «humilde y sencilla frase». Me sentí mal por bastante tiempo. ¿Mi autocrítica de aquel episodio?:  ¡no haber leído lo suficiente! Pero nunca es tarde. Y nunca fue tarde, porque comencé a leer toda la letra chica que se me cruzaba por delante, hasta el día de hoy.

Final de este episodio, para mi, valioso e inédito.

Y continuaré  con  los  beneficiosos «SÍ

Interprete y viva el problema de su cliente.

Curiosee. Pregunte. Escuche. Investigue:  CURIOSIACIÓN.

Gánese la confianza de su cliente. Demuestre interés.

Derroche inteligencia. ética y lealtad.

Acepte la crítica; es la mejor información gratis.

Practique la «desconfianza diplomática».

Entregue calidad en sus trabajos. No claudique.

Persiga La Gran Idea. No sólo la gran foto.

Su cliente no sabe promover. Usted recomienda.

Trabaje duro con alternativas creativas.

 Dudas siempre aparecerán.  Medite.

Faltan más de treinta «SÍ» y la misma cantidad de «NO».  Cada breve línea merecería una entretenida y profesional conversación. Si usted deseara ampliar algunas,  disponga de mi. En la próxima entrega me dedicaré a los «NO» para ir combinando lo positivo con algunos negativismos.

Sígame en Twitter @Pedro Baumlis.  Hasta pronto.