Hola, Amigo Lector.
Lea concentrado. Le tengo novedad.
La 1a. Parte de este atrayente y actual tema –TWITTER– lo comencé a publicar el 08 febrero pasado. Para continuar con la 2a. Parte (que viene buena, según mi humilde opinión), la estaba preparando con mucho entusiasmo, cuando se cruzó un notición (y no es político esta vez) que está dejando la c–á en todo Chile. (No usé el sustantivo completo, por feo y respeto a usted. Trabajando con norteamericanos, entendí su famoso, f—-ing, usado así a todo nivel, cuando se refieren a temas «feos«, haciendo gala de su política de transparencia periodística y literaria.) El notición aquel es para mi, y para mucha, mucha gente más (colegas, anunciantes, estudiantes, profesores y directores de la carrera de Publicidad) un golpe bajo a la cátedra.
Es el que sigue.
Una conocida agencia de publicidad chilena, una de mis favoritas y premiada muchas veces, conformada con personal y directores conocidos a todo nivel, RECONOCE HABER «PLAGIADO» UNA IDEA PARA SU CLIENTE CMR FALABELLA, Y PIDE DISCULPAS, según titula en su portada La Segunda del viernes 19 de febrero: «COMETIMOS UN ERROR», declara Rodrigo Fontaine, socio de Porta.
Quiero dejar en claro algo importante para mi: No pretendo para nada hacer leña del árbol caído. Mi trayectoria, tanto en Chile como el extranjero, que muchos conocen, no admitiría jamás esta actitud. Como ex empresario publicitario retirado del día-a-día, pero activo, autor, y como mercadólogo que soy, trata de entregar toda mi valiosa experiencia emprendedora durante más de cinco décadas dedicadas a este maravilloso y apasionado instrumento económico, Publicidad, me obliga comentar este hecho que conmueve al mundillo de la comunicación comercial.
El título de mi libro, «NO GASTE $$$$ EN PUBLICIDAD», confirma mi tesis: Avisos Buenos vs Avisos Malos, donde insisto en los fundamentos de la moderna publicidad con la búsqueda del DETALLE IGNOTO en los briefings, que permita llegar a la VERDAD DEL CONCEPTO QUE «GENERE RESPUESTAS DE TERCEROS QUE CONFORMAN UN MERCADO META». No a inventos. No a copias.
Todos estamos pendientes del desarrollo de esta novedad noticiosa.
En mi próxima entrega continuaré con la 2a. Parte del tema central: TWITTER, el pajarito que se puede usar de diferentes maneras, y sólo para… CONSTRUIR, a todo nivel.
Hasta pronto… y Cuídese.
…le declaré mi amor a TWITTER!
Fue el martes 23 de setiembre del 2014.
Hoy, febrero del 2016, vuelvo a confirmar que mi amor por TWITTER no ha variado nada.
Todo lo contrario. Pasa el tiempo y más lo echo de menos. Es mi compadre ausente. ¡Siempre listo! Escucha y me lee en silencio; es amable conmigo. Eso sí, recuerda sabiamente que solo dispone de 140 «tiempos» (igual que en música) para desarrollar mi idea, inquietud y proyecto, o como lo hemos leído tantas veces, contestarle a un diputado de la vereda de enfrente.
Lo «bueno, si breve,…» no será fácil. Pero le cuento. Desde que me asocié con Twitter, lo hice con la peregrina idea de lograr, gracias a aquellos «140 tiempos musicales», relatar a otros, sólo para ayudar, mis experiencias emprendedoras en áreas publicitarias y de márketing, desarrolladas con éxito durante más de cuatro décadas. A todo nivel: estudiantil y empresarial. Y, obviamente, usando la síntesis que nos demanda Twitter.
(Leí hace tiempo –creo haberlo contado– que un señor había decidido tratar de contar El Quijote por Twitter. ¿Se imagina? Pensé: son dos tomos; casi un mil páginas, ¿No habría sido una broma para el día de Los Inocentes? Hasta este instante, aquello no estaría confirmado.)
Medité mucho acerca de mi inquietud. Hice algunos ensayos experimentando con definiciones y sugerencias con frases breves y claras para lograr respuestas simples, pero nada llegó. Aún así, considero mi idea práctica y novedosa. Diseminé, ensayando y casi vendiendo, ideas/lecciones, sin cobrar un peso. de variados y obligados temas de mi actividad, comenzando casi desde la definición de publicidad ganadora en un concurso mundial, 1932, auspiciado por la conocida revista especializada Advertising Age.
Entusiasmado y acelerado por la posibilidad de ver concretada mi idea, me invadió una duda razonable: cada vez que activaba mi PC, me enfrentaba con una lata, nada breve, narrando problemas y soluciones que ofrecían especialistas de diabetes, u otras males a que estamos expuestos los mortales, entregando al final de sus razonamientos muy bien hilvanados y derrochando mucha habilidad vendedora, la «receta mágica» que lo sanará. Tenía que hacer click, obviamente, en la tarjeta de crédito que más le guste, y a la espera de una semana recibirá en su casa, la solución a sus males.
Entonces medité. Y cavilé, especulando, un poco confundido: ¿Cree usted que Twitter es más útil y necesario comentando, alegremente y casi sin responsabilidad, lo que está ocurriendo alrededor de uno, criticando situaciones faranduleras, musicales, políticas, o bien compartir fotos y vídeos con amistades.
O mejor, ¿Cumplirá y colaborará más con el que confió y abrió su cuenta en Twitter con el práctico propósito de ampliar conocimientos extras que no tuvo la oportunidad de haberlo conocido antes?
(O como piensan otros, ¿Y por qué no matar dos pájaros de un solo tiro? )
Espero con interés su opinión, por mi Twitter @pinejus. Reitero que estoy embrujado por este bichito lleno de vida.
Gracias por su lectura y hasta pronto. Cuídese.