El tema de hoy es mi traducción libre de un artículo publicado por The New Yorker el 19 de marzo de este año, en su página 41. El autor es River Clegg, colaborador de esta conocida revista.
«How To Market To Me» su título original. Y está dirigido al anunciante, como contribución profesional, supongo, para sus estrategias de comunicación comercial publicitaria desde el punto de vista del consumidor. El enfoque es atractivo.
Aquí debo declarar públicamente que antes de decidir subir esta traducción, envié dos correos electrónicos: uno a Condé Naste y otro al autor, el señor Clegg. Al no recibir respuestas de ambos por más de una semana, decidí traducir libremente el texto y subir este post.
Razón: me gusta tema y estilo (así se lo manifesté al autor) y es parte de mi experiencia e interés profesionales de muchas décadas, publicidad bien construida. Y consideré que la nota del autor es correcta y bien intencionada. Además de entretenida. Espero no haber lastimado y pasado a llevar protocolos periodísticos y comerciales, agradeciendo desde ya sendas buenas voluntades, editor y autor.
Ergo, River Clegg dice así en su artículo en inglés:
«CÓMO ANUNCIAR SU PRODUCTO»
«Asegúrese que el modelo en su aviso tenga buena pinta.
Si decide presentar más de una persona, confundirá.
*Nombre su producto PlayStation 4.
*Como fondo use una melodía conocida de mi vida. Por ejemplo, la última del verano.
*No me venda un producto; véndame una identidad. Personaje con reglas propias. Yo podría ser ese tipo al momento de ver su aviso. ¿Por qué no?
*Si está considerando contratar un testimonio para endosarle su producto, elija bien entre los que se nombran en el ambiente, preguntando entre sus amistades por algún favorito.
*O podría ser ese buen amigo suyo, Matías. Siempre está al día. En el club lo aprecian, es serio y bien parecido. Podría ser el modelo natural y acertado.
*Promovería el producto con un toque de concienci9a social, sin exagerar. Matías deberá ser el personaje «sin manchas», sin antecedentes. Usted dirá que eso es obvio. Se sorprendería las fallas que cometen algunos anunciantes importantes.
*No es mi tipo el de la foto. Pero me agradaría verme entre sus seguidores.
*Vuelvo a lo que le recordé antes: vender una identidad y un producto. Si estuviera ofreciendo un par de jeans nuevos el lector podría pensar… cambiaré los míos.
*Recuerde. Respeto las marcas que hablan mi idioma. (Esto lo leí en el Times).
*Para una marca que vende una loción. (Lea con cuidado) La razón por la que no la compro es porque usted no trata de persuadirme que… huelo mal por no usarla. Convénzame. Diga que soy incompleto. ¿Lo tiene claro? Esta es la tarea. Haga sentirme solitario. Tengo que odiarme. Así compraría su marca.
*Soy fuerte., entusiasta, divertido, buena onda, hablo tres idiomas, hándicap 5… su aviso debería mencionar algo de esto. (Traductor agrega: hoy tenemos los small data).
*Y para mi hay una regla de oro en márketing: si vale cinco mil pesos y trata de un nuevo robot laser… lo compro sin vacilar.
*La cosa que usted debe entender es que a medida que yo crecía entre tanto márketing lo único que recuerdo es la cantidad de veces que los anunciantes conjugaron todos el mismo verbo, compra, compra, compra. Y desde niño y joven, todos lo creíamos.
Hoy muchos ya sabemos que los mejores eslóganes nos harán sentir mejor acompañados… y actuales. Repetido por décadas lo que tengo que comprar, pensar y sentir, me siento entumecido. Y lo acarreo por todas partes. Quizás sea hora de escribir un jingle entretenido.
O un creativo tuit, quizás.»
Hasta la próxima… y cuídese.
Espero sus opiniones y críticas. Gracias y saludos
Por Trabajadora. «Uniformadora».
Ni por Izquierea.
Ni Derecha.
Por «Laburadora» y Sudorosa… con Mirada Limpia.
Feliz y Sonriente…
para Ayudar hacer contigo el Chile de TODOS.
Iré a meditar. ¿Qué nombre le pondrías?
Vuelvo mañana. Cuídate.
William Christopher Grant, dueño y presidente de Grant Advertising Inc. Chicago, decidió en 1950 levantar ánimos de la sucursal Santiago (tenía más de veinte). decidiendo por este «pibe» argentino. Pedro de Rosario.
Bachiller Comercial, graduado en 1943 (hoy sería un MBA) bueno para dibujar, pensar y redactar, de apenas 25 años, soltero. Servicio militar cumplido. Licenciado Dibujante. Pero…
«Como chaucha para el peso» y
«Orinar parado en un rincón, no es gratis», fueron nuevas experiencias.
Dos modismos las que escuché sonriente y aprendiendo en una tarde montando una bicicleta para conocer gente, barrios y garabatos sonoros, nunca+ ofensivos.
Y sigo aprendiendo sonriente y feliz otro «idioma».
Cuando una señorita, algo gordita y muy linda,
me explicaba algunas frases nuevas,
eran para mi el premio haber sido seleccionado.
Hoy, en los 96 ,
envío mis gracias
a la «gorda».
Linda.
Sonriente.
Reina de Independencia.
¡ Sencilla… casi torpe pregunta !
Le pido que la considere con espiritu comprensivo. Iniciación poco frecuente de mi próximo relato como parte (no menor) de mi agitada y responsable actividad con la publicidad.
Desde ya agradezco su comprensión.
Será «Short´n Sweet», como prometen los imgleses.
Hasta la próxima. Cuídese.
Pudo haber sido el titular
más provechoso para un avisador,
y el más recordado y exitoso
de un publicitario.»
Preferí seguir siendo
Respetuoso. Entusiasta. Divertido.
Motivante y, sobre todo, con prudente
análisis y trabajo
en mi búsqueda profunda de
dramas inherentes naturales que
incursionan en seres humanos, productos y servicios.
Dig Deeper For Basic Facts.
La idea es dar con la
verdadera creatividad publicitaria…
la que no solo llama la atención,
vende.
¡El drama inherente, más aquellos detalles ignotos… provocan!
En Publicidad, como en la Aviación Comercial,
solo el director creativo… y el comandante,
saben cuánto y cómo «despegar»
ese drama inherente: 500 toneladas para un 747-400.
Profundizando. Urgueteando en el
D´IGNOTO daremos con
detalles milimétricos
necesarios para «despegar» esa idea.
Dos ejemplos: El Hombre de Marlboro.
Café Juan Valdez.
(Por qué
La Gorda de Independencia.
Ya le contaré.Esté atento.)
Útiles y bienvenidos sus comentarios.
pbaumlis@yahoo.com
www.baumlis.com
Gracias.
Cuídese.