… a 12 meses de elaboradas!
O prefiere escuchar… «Un producto que no se desgasta… es una tragedia para los negocios», desliza un ayudante del ministro de economía de turno.
Sí amigo lector. Es ¡Caducidad Planificada! ¡Obsolescencia Programada! y obvio, ¡Emprendimientos Dudosos!
Un campesino amigo, gritaría, «¡Ya te conozco empanada, aunque vengas disfrazada!» Y un gaucho argentino no se aguantaría con su vozarrón, «Se lo digo desde mis adentros: la bestia está preñada… de un día, patrón», en un remate.
Cuando profundizo buscando novedades que alimenten mi curiosidad creadora, disimulo escuchar explicaciones del fabricante. Son mentiras disfrazadas. Permítame esta escena de ficción.
«Ese refrigerador con ice maker tiene su espiral de dudosa procedencia, lo que he confirmado profundizando. Va a malograr calidad y marca y… ¿Usted quiere que yo se lo publicite sabiendo lo que va a pasar? No, señor. Llame a un publicista, que conoce más de cerca los «fake news». El publicitario-investigador no tiene esa formación.»
PROFUNDIZAR es una rutina que significa pretender encontrar el DETALLE IGNOTO que entregará la pista correcta para recomendar creatividad de verdad, no una loca inspiración literario, que tratará vender esa cosa, saltándose al consumidor como si fuera estúpido.
Vender un electrodoméstico, que sabemos de antemano (lo ensayaron) durará sólo, en el mejor de los casos, ¡un añito!… es «Comprar, Botar, Comprar.», según proclama hoy un documental español. .
EL PÚBLICO CHILENO SABE MÁS DE LO QUE NOS IMAGINAMOS.
PERO ES TÍMIDO.
NO PROTESTA.
Y DEBE HACERLO FIRME, CON RESPETO Y SONRIENTE.
¡OJALÁ DESDE HOY!, PIDIENDO…
¡GARANTÍSEME ESTA PORQUERÍA POR UN AÑO, … POR ESCRITO Y SIN PAGAR UN PESO EXTRA MÁS!
Hasta la próxima…. y no sea tímido, PROFUNDICE. LEA LETRAS CHICAS.
Si las indicaciones no son claras…NO COMPRE.
Sus opiniones son importantes. Las espero. Gracias.
en Publicidad», si profundiza en busca de esa idea creativa para anunciarse profesionalmente. Punto.
Es sencillo… pero trabajoso y entretenido.
Mi libro «No Gaste $$$ En Publicidad» editado en 1995 y reeditado en el 2000, se lo dedico por amistad y simpatía a #EPIEstudiantePublicitarioInvestigador y anunciantes. Mi pretensión: recordarles que allá por el 90, yo veía que la venta era lenta y pobre.
Hoy es el gran tema digital.
Entonces en el capítulo Neomerchandising, p283, si no me equivoco, me atreví diseñar una nueva organización. Léalo y se sorprenderá lo que puede lograse profundizando en detalles que muchos no ven, y que pocos nos lanzamos a buscarlos, no por casualidad, sino con curiosidad por conseguir objetivos claros, precisos, y sobre todo, rentables.
Trabajando en Grant Advertising Chicago, Buenos Aires y Santiago, para Will C. Grant, su eslogan Dig Deeper For Basic Facts, me formó seriamente. Cada peso o dólar debía ser invertido en publicidad. No gastarlo, para darse un gustito… y que amigos lo saluden más en el club.
Hoy revisé mi libro una vez más. Encontré verdades y aciertos, que sentí tentación de releer y reeditar algunos capítulos.
Observar y vivir hoy entre tanto adelanto, no permite silenciarme. Los emprendedores jóvenes deben dar con aquellos detalles ignotos — desconocidos pero descubribles– que logren activarlos para que cada emprendedor sea un éxito. ¿Ejemplos? Pues los mejores: Walmart para el Norte. Jumbo para el Sur. Admiro a los retailers. Porque admiro a sus clientes. El público.
Y no es todo. Amazon llega para que usted compre y… «no pague». ¡Ah! Locura.
Yo lo veía venir. 1995. Le sugiero, con toda modestia, no deje de leer en detalle mi capítulo «Neomerchandising», p 283, reedición de «No Gaste $$$$ En Publicidad».
En 1995 comencé a PROFUNDIZAR, seria y responsablemente, observando a tantos almaceneros, creciendo a la «sans-facon». Daba gusto verlos entregados a su tarea, con libretita en mano y llevándole la contabilidad a sus vecinos. Felices y sonrientes. Hasta hoy el señor Paulmann de Cencosud se autodenomina, orgullosamente… -«¡Si apenas soy un simple almacenero!».
Y todos con la misma ambición: ganas de tener muchas cajas para recibir mucha plata a diario….y la cosa creció, confirmando que PROFUNDIZAR nunca ha sido ni será actividad exclusiva de los publicitarios. Los políticos lo saben muy bien. Por no profundizar muchos están desapareciendo y otros, todo lo contrario.
Hasta la próxima…y espero sus opiniones.
Gracias por su lectura. Cuídese.
Esta frase corta, motiva.
Leyendo un artículo en Weekly de The New York Times International. en el diario La Segunda, «Para mí, el olor a lavanda es un recuerdo de ropa de cama muy limpia», le decía a The New York Times, Françoise Demachy, perfumista de Christian Dior.
Como se lo prometí, el olor es sujeto importante de profundización en búsqueda de material creativo y sustentador de actividad marketera. No cabe ninguna duda. Para extenderme en ello, sólo me alcanzaría para un modesto homenaje a todos los que disponen de esa condición sensitiva: recordar un olor, permitiendo a su cerebro entregar luces y colores a lugares, como también a acciones relacionadas con esa boda, su cumpleaños o, por qué no… ese reencuentro en otro país.
Demachy de Christian Dior sabía explicar a sus cercanos que para recordar un olor y adoptarlo como Detalle Ignoto, que muchos tratan de encontrar, el cerebro tiene que «evocar todo, la iluminación, los colores, todo. El olor está incluso en rl cerebro. Está muy preciso en la memoria, mucho más que cualquier imagen», afirma Demachy.
Profundizar en el olor, afirma este perfumista, «me transporta a mi niñez en el sur de Francia. Su olor a lavanda es un recuerdo de ropa de cama muy limpia».
Potente argumento publicitario.
Así como lavanda estimula algunos sentidos reales y provocadores, hay productos o servicios , que con menos romanticismo y poesía, provocan al publicitario, curioso e investigador, reacciones de diferentes niveles, muchas veces desconocidas en el ser humano, de cualquier edad, dependiendo de los emprendimientos y nuevos llamados comerciales.
Profundizar
es el verbo menos polemizado
por muchos chilenos. M
Muchísimos, diría yo. ¿Para qué?, responden, cuando les sugiero hacerlo más frecuentemente. Y viene esa respuesta inimaginable… «Consumimos cualquier porquería que nos presentan en el supermercado. No reclamamos ni leemos letras chicas en el envase… y la promotora, ni idea.
Va mi experiencia como ejemplo de profundización en retail.
Hace tres meses. Supermercado Jumbo, Santiago. Revisé un envase alemán de cereales (reservo la marca) que anunciaba en su envase «Almendras y Frutas Secas». Conté… ¡seis almendras! Reclamé. Con mi «discurso profundo»… Esa caja ya no lo venden. Será por ahora, pienso.
¿Es usted un anunciante o un simple shopper?
Necesito su opinión.
Tómese un minuto y deme la suya.
Le agradezco su lectura…